¿Te sientes vacío e insatisfecho?
Estamos tan saturados de estímulos intensos ( comida rápida, pornografía, vídeos cortos de RRSS, drogas, videojuegos...) que nuestro cerebro ha perdido la capacidad de disfrutar de estímulos más sencillos y eso, es un problema.
Si sobrestimulas tu circuito de recompensa continuamente, créeme, ya no podrás disfrutar con las cosas que de verdad son placenteras ( una conversación tranquila tomando café, un paseo antes de entrar a trabajar, leer un buen libro, escribir un diario, contemplar un atardecer sentado en un banco, comer pescado con verduras...etc)Sé sincero contigo:
¿Te han parecido aburridas todas esas actividades que te he acabo de sugerir?
Sí tu respuesta se acerca más a un sí rotundo que a un no, lo siento pero tienes un problema, estás saturado de dopamina y eso, es lo que te impide disfrutar de verdad.
El problema de la estimulación excesiva a la que nos exponemos cada día no es sólo que ese placer no sea innocuo y no lleve a nada( no obtenemos nada positivo salvo hacernos placer instantáneo que desaparece en cuanto cesa) el gran problema es que nos vuelve incapaces de disfrutar de los auténticos placeres que nos ofrece la vida y esto ( priorizar placer inmediato a bienestar) lleva irremediablemente a una sensación de vacío, insatisfacción y a lo que yo llamo " aburrimiento crónico" que merma nuestra salud mental sobremanera.
Quizás no tengas grandes problemas pero te sientes apático, desmotivado, triste, irritado, cansado, aburrido, insatisfecho...
Que no haya un suceso externo que te permita explicar que está pasando con tu estado de ánimo, no significa que no te lo esté provocando algo.
Te pregunto:
¿Qué haces por tu salud mental?
Es decir, ¿Qué haces para sentirte bien?
Cuando yo hago esta pregunta en sesión mis pacientes suelen responderme:
- Pues la verdad, es que nada.
Esa suele ser la respuesta habitual y si no cuidas de tu estado de ánimo no sé cómo pretendes que sea positivo.
La pregunta que nos vuelve conscientes aquí sería:
¿Sabes porqué no haces nada?
Porque priorizas el placer al bienestar.
- Ante dar un paseo o meditar elijes coger el móvil,
- Ante una comida sana, prefieres comerte un dulce,
- Ante una conversación profunda cara a cara, prefieres mandar un whassap...
Te aseguro que todo eso a la larga nos convierte en adictos de lo estimulante y lo que es más importante:
Entristece e insatisface a nuestra alma que está deseando implicarse en tareas a las que poder dar un profundo sentido personal o simplemente tareas que nos hagan sentir bien aún cuando hayamos dejado de hacerlas.
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