La pasión de Cristina

La creatividad convertida en maestra

Este es uno de esos casos que consiguió motivarme, porque si hay algo que define a Cristina es su entusiasmo.

Cristina es maestra, con todo lo que dice ella que ello conlleva; ser enfermera, manitas 24 horas, psicóloga, logopeda...pero lo que más disfruta Cristina es creando. Ella diseña actividades y materiales para sus alumnos de forma continua, desde un mercadillo de gemas ( compradas por ella misma) que utiliza para refuerzo positivo, hasta un mapa del pirata gigante que elaboró junto a otro compañero para viajar con los niños a la vez que les enseñaban la trayectoria que hicieron Magallanes y el Cano en la primera vuelta al mundo en barco, pasando por el albún de las pokeletras que les enseña a leer utilizando algo que les encanta como son los pokémon. Muñecos para cada uno de ellos que ella misma elabora en casa para hacer el club de los valientes en clase (con su estandarte hecho a manos de Cristina incluido) y hasta un video introductorio de una actividad donde la seño aparece junto con "la otra cabeza pensante del cole", su compañero, disfrazados de unos viejecitos que han perdido la casa de los cuentos que después los niños descubrirían a mitad del pasillo llenos de aquellos cuentos clásicos que "hoy día ya no se conocen".

Mientras me va enumerando todos estos proyectos su cara irradia entusiasmo. Sí, es una persona que adora su trabajo, aunque me queda claro desde el minuto uno que lo que le apasiona a Cristina no es tanto enseñar, sino la creación. Desde pequeña tuvo clara su vocación, jugando con sus primas en las escaleras de casa a las maestras, pero en su día a día, a Cristina le encanta diseñar. Su casa está llena de decoraciones propias y también crea artículos para sus amigos y familiares. 

Según dice ella, no es tanto que le guste organizarse sino que necesita que las cosas que utiliza sean originales. Y esta es una cualidad que posee de sobra. Su pelo es de color rosa, lleva consigo al trabajo su cuaderno de clases, que ha encuadernado y personalizado con su propio bitmojis. Además, ella es música y toca varios instrumentos, se ve a simple vista que la creatividad es su forma de vivir y después de la conversación que mantenemos hay algo que me queda del todo claro: las pasiones no se limitan a un oficio, no se trata solo de un hobby que realizamos de vez en cuando, es algo mucho más, una forma de vivir, de ver la vida y de estar en el mundo.

Aunque hablamos de muchos factores importantes que ella considera esenciales para poder disfrutar de su trabajo, como el apoyo del equipo directivo para llevar a cabo sus proyectos, el reconocimiento de su trabajo, el disponer de tiempo libre para dedicarlo a su familia, el trabajar cerca de casa y disponer de comodidades...etc lo principal que hace que Cristina sea una entusiasta en su trabajo es que en la educación ha encontrado una manera de poder dar rienda suelta a lo que se le da bien de manera natural y disfruta realmente haciendo.

Ésa es la clave para hacer de tu talento una profesión, poder hacer aquello que amas en un contexto donde se valore esa habilidad.

Porque no nos dejemos engañar, cuando necesitas trabajar para ganarte la vida, no es algo que decidas hacer libremente, pasa de ser una actividad autotélica para ser una obligación porque las motivaciones cambian. Pasas de hacer esas cosas por motivación intrínseca ( el mero placer de realizarlo ) para hacerlas por motivación extrínseca ( tener dinero, ahorrar, pagar facturas, tener un prestigio, conseguir valoración...etc) y eso lo cambia todo. Además, a esto le sumamos algo obvio que no podemos idealizar y es que, en los trabajos siempre habrá algo que te desagrade hacer, no existe el trabajo donde únicamente hagas lo que te gusta.

A pesar de esto, Cristina me enseñó que a pesar de tener que hacer cosas de las que no disfruta ( como la burocracia  que le quita tiempo para pasarlo con sus niños y diseñar) no cambiaría su trabajo por otro, es más, seguiría realizándolo aunque no tuviera que hacerlo, eso sí, durante menos tiempo pudiendo conciliar su vida laboral con la familiar de una forma más equilibrada.

Tengo que admitir que hablar con ella me inspiró. Cuando la energía de alguien que está conectado con su potencial habla, existe una parte que se contagia en tí de alguna manera. Sentí ilusión y las ganas de volver a sentirme yo misma así de creativa y conectada con mi propio sentido.

Este es un claro ejemplo de que el talento puede convertirse en algo más que en un mero pasatiempo, si conseguimos hacerlo oficio, si logramos encontrar la forma de poder vivir y dedicarnos a lo que realmente amamos.


Lo sé, no todas las pasiones son fácilmente convertibles en profesión y quizás, Cristina tuvo además suerte porque aunque trabajó duro para poder sacarse su plaza de maestra, ella tuvo claro desde el primer momento de cual era su vocación, pero no siempre ocurre así.


Constantemente veo en sesión a personas frustradas por no encontrar aquello que les gusta hacer o incluso personas que teniendo varias cosas que les agrada hacer, no terminan por descubrir la forma en las que ganarse la vida con ello. Pero déjame señalarte algo, Cristina no tuvo que indagar mucho, no tuvo que hacer un gran esfuerzo por descubrir lo que le apasionaba porque ese talento siempre estuvo ahí, ella tan solo se dejó llevar e hizo lo que le apetecía hacer, lo que siempre había estado haciendo, sin cuestionarlo o juzgarlo.


Créeme si te digo que lo más seguro es que tu talento ya haya salido a la luz, aunque en una forma que no te sea tan fácil de identificar, quizás tienes una capacidad asombrosa para relacionarte con la gente y no te has dado cuenta, puede que te cueste poco esfuerzo arreglar las cosas que se rompen en casa o puedas identificar rápidamente que le pasa al coche cuando hace un sonido extraño ( si este es tu caso, hazme caso, muchos de nosotros no escuchamos ni siquiera que suena diferente) o puede que como yo, te pases horas organizando, planificando y apuntando ideas en una libreta. A todo eso puedes darle forma, todo eso puedes convertirlo en algo útil para los demás, en algo valioso por lo que puedan pagarte o simplemente en algo que llene tus días de momentos de auténtico placer.

Estoy segura que trabajando o no, Cristina seguirá creando, dejando una parte de sí misma en todo aquello que hace, porque cuando nos dejamos ser nosotros mismos, el esfuerzo es dejar de serlo.

 

 

 

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